El gazpacho andaluz cocina ilustrada
Una gran elección para empezar la comida en una estación más cálida. Compuesto por ingredientes 100% naturales y aceite de oliva virgen extra, promete aportar un toque de frescor a tu tarde o noche, acompañado de todos los sabores y olores característicos de Andalucía.
El gazpacho andaluz Plaza Del Sol contiene Tomate, pimiento, cebolla, pepino, aceite de oliva virgen extra , sal, vino, vinagre, ajo y especias. Compuesto por ingredientes 100% naturales, este producto promete aportar un toque de frescor a su tarde o noche acompañado de todos los sabores y olores característicos de Andalucía.
Confirme siempre la información de la etiqueta del artículo. Los productos alimenticios están sujetos a cambios constantes, por esta razón, le recomendamos que lea siempre la información del etiquetado que acompaña a cada producto, incluyendo la información nutricional, la lista de ingredientes, las instrucciones de almacenamiento, preparación y uso, así como otra información antes de su uso o consumo.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada viverra metus non tincidunt. Suspendisse volutpat, massa ac ultricies sagittis, ex sem congue risus, sed interdum ipsum dolor at nisi.
Gazpacho andaluz new york times
Kenji fue director culinario de Serious Eats y actualmente es consultor culinario del sitio. También es columnista gastronómico del New York Times y autor de The Food Lab: Better Home Cooking Through Science.
Como sabe cualquiera que haya visto el mejor episodio de Los Simpson, el gazpacho es sopa de tomate servida helada*, ¿verdad? Bueno, más o menos. Es cierto que hoy en día casi todos los gazpachos que se encuentran en los restaurantes de los Estados Unidos se preparan haciendo puré con tomates, pepinos, pimientos, cebollas y ajo en una sopa que puede ser suave o con trozos, pero el gazpacho no es eso.
Pues sí. Pan duro y aceite de oliva. No está muy claro el origen exacto del gazpacho -algunos dicen que se debe a los árabes, otros a los romanos-, pero una cosa es cierta: la gente llevaba siglos comiendo versiones de la sopa de pan y aceite de oliva en la región española, antes incluso de que existiera el tomate en España. Hoy en día, hay gazpachos de todos los sabores y marcas, desde el blanco, de almendras y uvas, hasta el clásico andaluz, de tomate.
Sopa de gazpacho andaluz
El gazpacho es una sopa española a base de verduras crudas que se consume fría. El gazpacho, un plato clásico de la cocina española, es originario de la región andaluza del sur de España. Se suele consumir durante los veranos calurosos, ya que es bastante refrescante y fresco.
Para preparar el gazpacho, se lavan las verduras, se trocean y se machacan en un mortero (en las recetas más modernas se mezclan en un robot de cocina). Cuando las verduras forman una emulsión líquida y pastosa, se añade agua, aceite de oliva, vinagre y sal al gusto. A continuación, se añade pan a la sopa y se vuelve a batir brevemente, dejando algo de textura a la sopa. Por último, el gazpacho se adorna con pimiento fresco, tomate o rodajas de pimiento.
El mortero es el método preferido para mezclar las verduras, ya que ayuda a que la sopa conserve su frescor y evita la consistencia espumosa que crean los procesadores de alimentos y las batidoras. Tradicionalmente, los dientes de ajo se machacaban antes de mezclarlos con el pan duro remojado. A continuación se añade aceite de oliva y sal para hacer una pasta. Por último, los tomates y el vinagre completan la mezcla del gazpacho antes de colocarlo en una cazuela de barro para que se mantenga frío.
Ingredientes del gazpacho andaluz
El ajoblanco puede considerarse una de las sopas frías originales tan tradicionales de la región meridional española de Andalucía. Menos famoso que los gazpachos o los salmorejos, el ajoblanco es refrescante y lleno de sabor.
Imagínese por un segundo tener que trabajar en los campos del sur de España, de sol a sol, bajo una temperatura sofocante de 40ºC, a veces más. Suena duro, ¿verdad? Sin embargo, eso es precisamente lo que han hecho los agricultores andaluces durante miles de años. Y para alimentarse evitando deshidratarse bajo tan altas temperaturas, ¡nada mejor que una sopa fría! ¡Nada mejor que un buen ajoblanco!
El ajoblanco es uno de esos platos tradicionales que pertenecen a la arraigada tradición de las sopas frías andaluzas. Quizás otras como el gazpacho o el salmorejo sean más conocidas hoy en día, aunque es el ajoblanco el primero, remontándose a una época en la que aún no habían llegado los tomates de Sudamérica.
Esta receta campesina se elabora generalmente con pan, agua, aceite, vinagre, ajo y almendras, aunque hay constancia de zonas pobres en las que las almendras se sustituyeron por harina de habas secas. Su origen se remonta a unas populares sopas romanas a base de vinagre, aceite y pan, todo a partes iguales. Pero fue la cocina árabe con su gran uso de la almendra la que influyó definitivamente en esta receta para llevarla a lo que hoy conocemos como ajoblanco.