Sopa de pata ecuatoriana

Sopa de pata de vaca

Sopas sencillas hay muchas. La fanesca, una rica mezcla que sólo se encuentra en la Sierra ecuatoriana, es cualquier cosa menos eso. Con docenas de ingredientes, muchos exclusivos de la región, está tan ligada a la Semana Santa -y su preparación requiere tanto tiempo- que sólo se sirve durante un breve periodo al año.

La gruesa base de la fanesca cubre por sí sola tres grupos de alimentos distintos: Está hecha de bacalao salado, cocido en leche y espesado con semillas de calabaza o cacahuetes. Luego, los cocineros añaden hasta una docena de judías, verduras y cereales diferentes; uno, dicen algunos, por cada uno de los doce apóstoles.

Cada fabricante de fanesca tiene su propia selección de verduras y legumbres. Algunos incluso pelan a mano cada alubia y grano de maíz, pero las opciones más populares incluyen guisantes, calabaza, alubias lupini y sémola de maíz. Cuando la sopa está lista, es hora de añadir guarniciones, que suelen incluir huevos duros, trozos de plátano y empanadas en miniatura. El resultado es una sopa de texturas y sabores variados, del color del sol poniente y lo bastante espesa como para pegarse a una cuchara.

Sopa egipcia de patas de vaca

Todos los países de América Latina tienen una variante de este plato clásico. Además, está repleto de ingredientes deliciosos y nutritivos. Esta deliciosa receta de marisco y pescado levanta el ánimo a cualquiera, sobre todo en invierno.

  Sopas ecuatorianas sencillas

En Ecuador existe una sopa de marisco hecha al horno con plátanos verdes rallados y servida sobre un sofrito. La forma tradicional de servirla es en platos individuales de cerámica. En Venezuela es muy conocida la Fosforera, o Siete Potencias como también se la conoce. El caldo se elabora con una variedad de mariscos, como pulpo y cangrejo. Algunos creen que es afrodisíaco, y otros que puede hacer que una persona enferma mejore. En Colombia hay distintas variedades según la cercanía al mar, pero siempre es una fantástica mezcla de lo mejor que la tierra y las aguas colombianas pueden ofrecer.

Hay tantas variedades de esta sopa que sería imposible enumerarlas todas. Lo que sí puedo asegurar es que la sopa de marisco es buena para el alma. Espero que esta le haga chuparse los dedos y le deje con ganas de más.

Sopa de pata de vaca cerca de mí

El ajiaco es un plato colombiano único, especialmente apreciado en la ciudad de Bogotá. Es una sustanciosa sopa de pollo hecha con patatas y mazorcas de maíz. Si puede encontrarlas, utilice unas pequeñas patatas amarillas andinas llamadas papas criollas, que se disuelven y espesan la sopa mientras se cocina.

  Sopa de bola ecuatoriana

El ajiaco se condimenta con una hierba colombiana llamada guascas y se sirve tradicionalmente con rodajas de aguacate, alcaparras y crema agria suave. Las papas criollas congeladas y las guascas secas suelen encontrarse en los mercados de comida latina, y merece la pena buscarlas si se decide a preparar este plato.

No hay nada que sepa exactamente igual que las guascas de hierbas; se pueden encontrar en mercados latinos y sudamericanos, así como encargar por Internet. Sin embargo, si no encuentra guascas, intente sustituirlas por orégano seco.

Estofado de patas de vaca

Algunas sopas se sirven con grandes trozos de carne o verduras que quedan en el líquido, mientras que otras se sirven como caldo. Un caldo es un líquido aromatizado que suele obtenerse hirviendo un tipo de carne con hueso, una mezcla de especias o una mezcla de verduras durante cierto tiempo en un caldo.

Los bisques son sopas de nata espesa preparadas tradicionalmente con marisco, pero pueden hacerse con cualquier tipo de marisco u otros ingredientes de base. Las cremas son sopas a base de productos lácteos. Aunque pueden consumirse solas o con una comida, la forma condensada y enlatada de la sopa de nata se utiliza a veces como salsa rápida en una variedad de platos preparados de carne y pasta, como los guisos. Al igual que los bisques, los chowders son sopas espesas que suelen contener algún tipo de almidón.

  Sopa de verde ecuatoriana

La sopa verde peruana suele hacerse con cilantro, zanahoria, guisantes, patatas y puede llevar pollo, gallina, mejillones o pescado. También contiene ají amarillo y otras verduras y especias. El color verde se debe al cilantro. Es conocido por su potencial para aliviar o mitigar los síntomas asociados a la resaca[1].

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