Sopa de pollo con espinacas

Sopa de pollo al limón con espinacas y eneldo

Cuando eras niño, puede que miraras las espinacas con cierto recelo. ¿Por qué querrías comer unas hojas que se encogen hasta convertirse en viscosas hebras verdes en cuanto se cocinan? Pero a medida que crecemos, empezamos a darnos cuenta de lo deliciosas que pueden ser las espinacas. Desde las clásicas salsas de espinacas y alcachofas hasta las nutritivas adiciones a las buenas recetas de sopa, las espinacas pueden elevar el plato tanto en sabor como en nutrición.

Pero si eres como mucha gente, probablemente cometas errores a la hora de cocinar las espinacas. No es culpa tuya: no es precisamente el ingrediente más intuitivo para cocinar. Sin embargo, estropear el proceso de cocción de las espinacas puede tener consecuencias desastrosas para el plato en su conjunto. Si quieres evitarlo, deberías echar un vistazo a los consejos esenciales para cocinar espinacas. Siguiendo estas pautas, puede estar seguro de que su receta con espinacas saldrá siempre perfecta.

Cuando vas al supermercado en busca de espinacas, puede que te encuentres un poco abrumado por las diferentes opciones entre las que elegir. Puede ser difícil saber si debes comprar las frescas que vienen en una bolsa, la variedad más grande que viene agrupada en la sección de frutas y verduras, o las verduras congeladas. Sin embargo, todo depende de lo que decidas preparar. Para todos los amantes de las ensaladas de espinacas, las espinacas tiernas son la mejor opción.

  Sopa de.pollo con verduras

Sopa griega de pollo al limón con espinacas

Si estás buscando una sopa fácil de hacer, sana (¡y sin gluten!), déjame presentarte esta Sopa de pollo con espinacas. Esta sopa está repleta de proteínas (pollo y judías) y de verduras (pimiento verde, zanahorias y tomates).

Información nutricionalSopa de pollo y espinacas con verdurasCantidad por raciónCalorías160% Valor diario*Grasa 4g6%Colesterol 29mg10%Sodio 403mg18%Potasio 668mg19%Carbohidratos 15g5%Fibra 4g17%Azúcar 2g2%Proteína 14g28%Vitamina A 2480IU50%Vitamina C 29. 5mg36%Calcio 50mg5%Hierro 2,3mg13%* Los porcentajes de valores diarios se basan en una dieta de 2000 calorías.

La información nutricional de este sitio web es sólo una estimación y se facilita únicamente por comodidad y como cortesía. No se garantiza la exactitud de la información nutricional de ninguna receta de este sitio. No debe utilizarse como sustituto del consejo de un nutricionista profesional.

Sopa de pollo y espinacas con verduras

Esta aromática sopa con sabor italiano aprovecha los ingredientes de cocción rápida: pechuga de pollo sin piel, espinacas tiernas envasadas y judías enlatadas. Lleva un sencillo pesto casero de albahaca que se añade al final para darle un toque de hierbas frescas. Si tiene poco tiempo, puede sustituirlo por 3 ó 4 cucharadas de pesto de albahaca comprado en la tienda.

* Los valores diarios (VD) son las cantidades recomendadas de nutrientes que se deben consumir cada día. El porcentaje de valor diario (%VD) que aparece en las etiquetas nutricionales indica cuánto contribuye una ración de un determinado alimento o receta a cada una de esas cantidades totales recomendadas. Según la Food and Drug Administration (FDA), el valor diario se basa en una dieta estándar de 2.000 calorías. Dependiendo de sus necesidades calóricas o de su estado de salud, puede necesitar más o menos cantidad de determinados nutrientes. (Por ejemplo, se recomienda que las personas que siguen una dieta cardiosaludable consuman menos sodio al día en comparación con las que siguen una dieta estándar).

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(-) Actualmente no se dispone de información sobre este nutriente. Si sigue una dieta especial por razones médicas, asegúrese de consultar a su médico de cabecera o a un dietista titulado para conocer mejor sus necesidades nutricionales personales.

¿Se pueden poner espinacas en la sopa de pollo

El caldo de sopa, ya sea directamente de una caja o sacado de una olla de huesos de pollo y cáscaras de verduras hirviendo a fuego lento, puede ser bastante aburrido por sí solo. Tiene una textura y una sensación en boca ligeras, y no suele tener mucho sabor. Sí, es un paso adelante con respecto al agua, pero el caldo puede ser mucho más que la versión débil y aguada que se suele servir de una caja de cartón. Por suerte, puedes encontrar formas de darle más sabor, ya sea añadiendo diferentes especias, hierbas y condimentos, o cocinándolo a fuego lento con verduras y proteínas.

Además, el caldo es un alimento básico de la despensa que deberías tener en casa para las comidas. Un buen caldo puede combinar con varias cocinas y platos, ya que es un elemento sencillo y fundamental de muchos platos, desde el ramen hasta las salsas para sartén. También puede diluir una salsa demasiado espesa o ayudar a que la pasta absorba la marinara.

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Pero antes de verter el caldo que tengas a mano en tu sopa cremosa favorita, debes asegurarte de que tiene el sabor suficiente para ser digno de tu plato final. Tanto si el caldo de la sopa es casero como si se compra en la tienda, unos cuantos toques finales pueden hacer que el caldo básico suba un peldaño o dos en cuanto a sabor, sustanciosidad e incluso nutrición.

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