Sopa de calabaza y garbanzos

Sopa de calabaza y pollo

Cuando el aire empieza a ser más fresco, los días comienzan a acortarse y la naturaleza que nos rodea se tiñe de los colores cálidos y envolventes del otoño, no hay nada mejor que volver a casa por la noche para entrar en calor con un humeante plato caliente de sopa sabrosa y sustanciosa. De hecho, esta temporada de follaje otoñal ha inspirado los ingredientes de muchos primeros platos sanos y sabrosos, como nuestra sopa de garbanzos y calabaza’, el alimento reconfortante ideal para los primeros brotes de frío: cremosa y aromática, y mejor servida caliente, tal vez con un puñado de fragantes picatostes tostados. Esta deliciosa sopa de otoño es un auténtico abrazo cálido en un cuenco que puedes saborear de verdad, ¡y que te ayudará a regenerarte y recargarte!

Para preparar la sopa de garbanzos y calabaza, primero pela la cebolla y córtala en rodajas finas 1. A continuación, coge la calabaza, córtala por la mitad y quítale las semillas del interior 2 y la piel 3; necesitarás 430 g de calabaza limpia.

Vierta el aceite de oliva en una sartén y añada la cebolla cortada en rodajas y las bayas de enebro 7. Dejar dorar a fuego lento hasta que la cebolla se ablande. En este punto, añadir la calabaza 8, dorar a fuego medio y añadir con un poco del agua 9.

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Sopa marroquí de calabaza y tomate

2. Cubrir las verduras con 2 cucharadas de aceite de oliva, espolvorear con sal marina y pimienta negra y hornear durante 45-55 minutos, retirando el tomate y el ajo y dando la vuelta a la calabaza a los 30 minutos. Pasar las verduras a una tabla de cortar hasta que se enfríen lo suficiente para poder manipularlas.

6. Triturar la sopa por tandas en un robot de cocina o una batidora hasta que quede suave y aterciopelada, y servir en cuencos calientes. Cortar las salchichas en rodajas y la guindilla en rodajas finas. Colocar las salchichas y la guindilla encima con los garbanzos crujientes, más harissa y hierbas.

Estofado marroquí de calabaza y garbanzos

Esta satisfactoria sopa marroquí vegetariana con calabaza y garbanzos está perfumada con las especias marroquíes de azafrán, jengibre, canela y ras el hanout. Una pequeña cantidad de miel le añade un toque de dulzor; omita o aumente la cantidad de miel para adaptarla a los gustos de su familia.

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La sopa se prepara rápidamente con garbanzos cocidos o enlatados. Tradicionalmente, los marroquíes prefieren utilizar garbanzos secos, que deberán remojarse toda la noche y cocerse con antelación. Si también prefiere la textura de los garbanzos cocinados en casa a la de los enlatados, planifique con antelación para poder remojar, cocer y congelar los garbanzos y tenerlos a mano para ésta y otras recetas.

Receta de sopa de calabaza

Sacar el bol y el batidor de varillas del congelador. Añada la nata fría al bol y bátala a punto de nieve. Añadir el romero, la sal marina y la pimienta. Forme quenelles con la nata montada utilizando 2 cucharillas o forme mini bolas de rugby. Coloque la nata montada en el papel de pergamino y métala en el congelador. La nata montada sobrante se puede utilizar para otras sopas o salsas.

En un robot de cocina o en una batidora, tritura por tandas la calabaza, la cebolla, el caldo, la pasta de tomate y los garbanzos. Vuelva a poner el puré en la olla con la taza restante de garbanzos. Si es necesario, añadir caldo para diluir la sopa hasta obtener la consistencia deseada. Hervir a fuego lento. Sazonar con sal y pimienta al gusto.

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