En un cazo, calentar el agua, vinagre, sal, azúcar, pimienta y chile, cuando rompa a hervir, apagar el fuego y dejar enfriar ligeramente. Mientras hacer rodas las limas sobre la encimera presionando con la palma de la mano, esto ayudará a separar los gajos y conseguir más zumo.
Exprimir el jugo de las limas y reservar. Cortar los rabanitos en rodajas no muy finas y rellenar hasta la mitad los tarros previamente esterilizados. Repartir el zumo, la ralladura de las limas y perejil en los tarros, continuar llenándolos con las rodajas de rabanitos hasta casi llegar al borde.
Verter el líquido ya casi frío o frío en los tarros llegando hasta el borde, tapar y cerrar el vacío al baño maría. Reposar 1 semana antes de abrir para que se mezclen bien los sabores. Personalmente me gusta conservarlo en el frigorífico aún cerrados herméticamente.