Receta sopa paraguaya con choclo

Sopa paraguaya

El vorí vorí es una sopa espesa, amarilla, con bolitas de harina de maíz y queso, tradicional de la cocina paraguaya. Es esencialmente de origen cario-guaraní y sefardí, y deriva de uno de los platos conmemorativos de la Pascua judía, ya que deriva de las bolitas de Matza, sustituyendo la sémola de trigo por la harina de maíz de los Carios.

El nombre “vorí vorí” procede de la lengua guaraní. En guaraní, una forma de especificar la abundancia es mediante la repetición de una palabra. Así, “vorí” es una, pero “vorí vorí” pueden ser dos o más. La palabra “vorí”, que da nombre al plato, es una derivación de la palabra española “bolita” (“bolita”, en alusión a las bolitas de maíz que se encuentran en el plato). La palabra pasó al guaraní como “borita”, (sin ‘l’ en guaraní) y finalmente se acortó a “vorí”. Entonces, “vorí vorí” es “bolita bolita”.

Existe la idea errónea de denominar a la cocina paraguaya como “cocina guaraní”[2]. La gastronomía paraguaya nació de la fusión de la cocina española y la cocina cario-guaraní, que se desarrolló debido a la influencia de los sacerdotes franciscanos, los conquistadores españoles y los mestizos asuncenos, que tuvo lugar en Asunción y sus alrededores. Pueblos como Tobatí, Atyrá, Altos, Areguá, Ypané, Guarambaré, Itá y Yaguarón son ejemplos vivos de cómo se desarrolló la cultura paraguaya fuera y lejos de la influencia mercantil de los jesuitas. Cuando los jesuitas fueron expulsados en 1767, los nativos volvieron a su hábitat natural (la selva atlántica) y nunca fueron a Asunción y su área de influencia a educar o enseñar, prueba de ello es la extinción de la cerámica jesuítica y no la franciscana que aún se mantiene viva en Itá, Areguá y Tobatí[3][4].

  Recetas sopas caseras

Harina de maíz

La cocina paraguaya es el conjunto de platos y técnicas culinarias de Paraguay. Tiene una marcada influencia del pueblo guaraní, en fusión con la cocina española y otras marcadas influencias provenientes de la inmigración recibida por países limítrofes como la cocina italiana y la comida portuguesa. La gastronomía producto del sincretismo y fusión hispano-guaraní, es de mayor peso en la historia paraguaya y considerada la madre de toda la región, teniendo a Asunción como punto de partida de muchas expediciones españolas en el Cono Sur[1] Cabe aclarar que en la sociedad paraguaya, el intercambio de saberes se dio entre mestizos, criollos y guaraníes, antes e incluso después de las misiones jesuíticas. En 2017, el Ministerio de la Secretaría Nacional de Cultura de Paraguay decidió: “Declarar como ‘Patrimonio Cultural Inmaterial del Paraguay’ la producción, elaboración artesanal y tradicional de cuatro comidas típicas paraguayas aún vigentes como el vori-vori, el locro, la sopa paraguaya y la jopara (mezcla de poroto y locro) y sus recetas, saberes, prácticas y conocimientos que se transmiten de generación en generación y documentar los elementos materiales e inmateriales asociados a la misma (como el maíz, en sus distintas variedades) como manifestación cultural. “[2]

Queso

La Sopa Paraguaya no es una sopa como su nombre indica.    Se parece mucho más a un pan que a una sopa.    No deje de ver a continuación cómo obtuvo su nombre este interesante plato y, por supuesto, la receta.

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Cuenta la historia que un cocinero llamado machu en lengua guaraní estaba preparando al entonces presidente Don Carlos Antonio López su querida sopa blanca. Ese día, el machu añadió por error demasiada harina de maíz a la mezcla.    Como se acercaba el mediodía y la hora de comer, no tenía tiempo de empezar de cero, así que tomó una decisión ejecutiva.    Vertió la mezcla en un recipiente de hierro y la cocinó en el tatakua (un rústico horno guaraní hecho de arcilla y adobe). Cuando salió, era una sopa sólida.    Nerviosa, la sirvió de todos modos y Don Carlos, tras probarla, la encontró muy deliciosa e inmediatamente la bautizó “Sopa Paraguaya”.

Aunque hay otras teorías sobre el nombre esta es la que más me gusta.    Es fácil de hacer y está muy buena.    Muchas veces los paraguayos pobres sólo comen esto como comida, a veces varias veces en el mismo día.

Comentarios

La sopa paraguaya es un alimento tradicional de la cocina paraguaya similar al pan de maíz. Los ingredientes habituales son harina de maíz, queso, cebolla y leche o suero. Es un pastel esponjoso rico en calorías y proteínas.

La sopa es similar a otro plato típico paraguayo a base de maíz, el chipa guasu, salvo que el chipa guasu se elabora con maíz fresco y su consistencia es un poco más parecida a la de un soufflé de queso y menos a la de un sabroso pan de maíz.

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Existe la idea equivocada de denominar a la cocina paraguaya como “cocina guaraní”[2]. La gastronomía paraguaya nació de la fusión de la cocina española y la cocina cario-guaraní, que se desarrolló debido a la influencia de los sacerdotes franciscanos, los conquistadores españoles y los mestizos asuncenos, que tuvo lugar en Asunción y sus alrededores. Pueblos como Tobatí, Atyrá, Altos, Areguá, Ypané, Guarambaré, Itá y Yaguarón son ejemplos vivos de cómo se desarrolló la cultura paraguaya fuera y lejos de la influencia mercantil de los jesuitas. Cuando los jesuitas fueron expulsados en 1767, los nativos volvieron a su hábitat natural (la selva atlántica) y nunca fueron a Asunción y su área de influencia a educar o enseñar, prueba de ello es la extinción de la cerámica jesuítica y no la franciscana que aún se mantiene viva en Itá, Areguá y Tobatí[3][4].

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