[receta fácil] melón con jamón ibérico de bellota
Esto es lo que se hace. Esperas hasta bien entrada la noche, tal vez la medianoche, tal vez más tarde. Subes por el empinado camino que lleva a la ciudad vieja, el camino que discurre bajo los arcos tallados en las antiguas murallas. Allí, la luz amarilla de las farolas se refleja en los palacios y conventos de granito construidos hace siglos. El único ruido que oyes es el de tus tacones reverberando en la piedra. Estás solo allí arriba, y lo sientes: la belleza de la noche, el peso del pasado, el amor, la soledad, la nostalgia… todo lo que escriben los poetas. Y luego vuelves a bajar, a la Plaza Mayor, donde los bares de tapas están cerrando y los adolescentes se besan en los bancos, y vuelves al corazón animado de Cáceres, a la España que conoces.
Extrema: extrema; dura: dura. En realidad, el nombre de la región (depende de a quién se le pregunte) se debe a su posición en el lado sur del río Duero o a su ubicación en la época de la reconquista, en el límite del reino de Castilla. Pero es mi traducción casera, y bastante literal, la que más me gusta; pocos nombres geográficos en España son tan descriptivos. La región, que se extiende al oeste de Castilla-La Mancha hacia la frontera portuguesa, es dura y a menudo estéril, y sus llanuras bañadas por el sol se dedican principalmente al pastoreo de ovejas y cabras. Es la zona más pobre del país y no podría estar más lejos, metafóricamente, de la España de tantas celebraciones recientes, la España en la que los lugareños bien vestidos se aprietan ruidosamente contra los bares de pintxos de San Sebastián y las modelos recorren el mercado de la Boquería de Barcelona con los teléfonos móviles pegados a las orejas. “Extremadura no es como el resto de España”, dice Pérez. “La pobreza trajo dificultades, pero ser pobres nos mantuvo auténticos”.
Receta de migas de MADE IN SPAIN- Miriam González Durántez
Cuando se trata de sabores y de tentar a las papilas gustativas, la cocina española tiene poca competencia. Un país para degustar, España alberga canapés en miniatura, algunos de los mejores vinos del mundo y una cocina de vanguardia. Aunque no podamos visitar España en la actualidad, seguro que podemos preparar deliciosos platos españoles en nuestras cocinas. Aquí tienes 5 platos españoles fáciles de hacer en casa para tu próxima quedada virtual:
Gazpacho Ejemplo perfecto de la dieta mediterránea, esta sopa fría de tomate se encuentra en regiones como Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha. Sin embargo, la versión andaluza es la más famosa, con tomate, pimientos y ajo.
Ingredientes (para 4 personas): 1 kg de tomates maduros, 2 pimientos verdes pequeños, 2 dientes de ajo, 100 gramos de pan de payés, 4 cucharadas de aceite de oliva extra puro, 1 cucharada de vinagre de Jerez, agua, huevo cocido, pan y sal.
Método: Cortar los tomates en dados y picar finamente los pimientos y el ajo. Poner los ingredientes en una batidora con el aceite, el vinagre, la sal y el agua. Añadir el agua en función de lo espesa que se quiera la sopa. Cortar en dados finos el tomate, el pepino, el pimiento verde, la cebolla, el pan y el huevo duro y servir con la sopa como acompañamiento.
Auténtica receta de sopa de tomate
La verdad es que nos ha sido imposible definir una sola región donde degustar la tortilla de patatas. Es seguramente uno de los platos más emblemáticos de nuestro país. Su sencillez la hace perfecta para cualquier tipo de comida, desde el desayuno en forma de bocadillo, pasando por un pellizco o tapa a media tarde hasta una deliciosa cena. ¡La disputa siempre está en si lleva o no cebolla!
El gazpacho más popular es la versión andaluza; tomate, pimiento y ajo. Un ejemplo de receta sana y ligera para los días de calor. Otra variedad es el salmorejo, más espeso y sencillo, con pan remojado, ajo, tomate, aceite, vinagre y sal, servido con trozos de jamón serrano y huevo cocido. Una delicia.
La paella original es valenciana, no tiene nada que ver con la famosa paella de marisco, esta versión se hace con arroz, pollo, conejo, caracoles (judías blancas), Herradura (judías verdes), tomate, ajo, pimentón, aceite y sal. No puede decir que le gusta la paella sin haber probado la auténtica valenciana. Una buena excusa para escaparse un fin de semana a Valencia, ¿no cree?
Sopa de tomate extremeña autentica en línea
Extremadura, España, es conocida por sus diferentes formas de preparar el cerdo ibérico y el cordero. Las principales características de la cocina tradicional extremeña eran su sencillez, su falta de desorden y su bajo coste. También es una cocina que refleja un espíritu generoso, ya que muchas de sus preparaciones solían cocinarse en grandes ollas para compartirlas con visitantes, amigos y vecinos. Los platos resultantes se comen con pan local.
Las especias preferidas en la cocina extremeña son el pimentón, el ajo, el laurel, el poleo y el anís. En la comarca nororiental de La Vera se produce el pimentón de la Vera, un pimentón ahumado muy apreciado en toda España y muy utilizado en la cocina extremeña. El aceite de oliva se utiliza para freír y como ingrediente de muchos platos. Tal vez por influencia portuguesa, se puede encontrar algún uso limitado de las hojas de cilantro (inusual en otras regiones de la España peninsular fuera de las Islas Canarias) para algunos platos específicos como los repápalos o el escabeche de bacalao, aunque a menudo con la posibilidad de utilizar perejil como alternativa y no con el mismo uso extensivo que en Portugal[1][2][3][4].
