Kinilaw na Bulbog (JELLYFISH) Lampay Lampay
Calentar 1,5 litros de agua con el laurel, unas hojas de perejil, las cabezas y las pieles de las gambas (reservando los cuerpos), los puerros en trozos y el pulpo, bien lavado. Añadir un poco de sal y cocer durante 30 minutos a fuego lento.
Mientras tanto preparar un sofrito con el ajo y la cebolla pelados y picados finamente, rehogándolos en una cazuela de fondo grueso con aceite de oliva. Cuando estén tiernos, añadir los tomates troceados y el pimiento rojo bien picado. Dejar cocer todo unos 20 minutos a fuego medio.
Añadir una pizca de pimentón dulce a la salsa y cubrir con el caldo de pescado colado, reservando el pulpo aparte. Mezclar con la batidora y añadir las patatas peladas y cortadas en dados y el pulpo cortado en trozos pequeños.
Dejar cocer a fuego lento 15 minutos. Añadir el pescado blanco y las gambas reservadas. Si quieres añade unas gambas peladas congeladas, para que quede más sustancioso. Añadir unas hojas de perejil picado y dejar cocer 5-10 minutos, o hasta que las patatas estén muy tiernas.
Estuve en Granada unos 10 días. Puedo decir que fue una experiencia realmente buena. Ojalá hubiera podido quedarme allí mucho más tiempo. Estar en España, en Granada te hace hablar español desde el primer momento que estás allí. Hice cursos intensivos de español… Leer más…
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Tras llegar a lo más alto de la cocina nacional e internacional, el marbellí Dani García está ya plenamente preparado para centrarse en su proyecto, en lo que verdaderamente le hace feliz y en las cosas que llenan su copa, como él mismo señala.
Pocos cocineros han aportado tanto a la gastronomía española como Dani García en las dos últimas décadas. En sus inicios en Tragabuches, tenía libertad para cocinar lo que quería y experimentar con opciones gastronómicas interesantes, sin dejar de ser fiel a su estilo propio y emergente, es decir, defendiendo el producto local y la filosofía “de la granja a la mesa” (poco convencional por aquel entonces), y creando recetas inspiradas en Andalucía y Málaga, aportando frescura, juventud y color. Estos logros le sirvieron para conseguir su primera estrella Michelin.
El chef García dejó Tragabuches al cabo de seis años, pero fueron seis años que le prepararon bien para una carrera en cocinas de élite. Con férrea determinación, se trasladó a Calima, donde permaneció hasta 2013; aquí su cocina maduró y continuó encapsulando todo lo bueno de la cocina andaluza moderna y de temporada. Fue en Calima donde recibió su segunda estrella Michelin, que le lanzó al estrellato internacional como el primer chef andaluz con dos estrellas Michelin. Pocos años después, en 2018, recibió su tercera estrella Michelin, logrando así afianzarse como una leyenda y uno de los chefs más célebres del país. Sin embargo, este hito fue, a su vez, un punto de inflexión en su carrera.
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Uno podría pensar que está en Israel cuando entra en Naked Tomato, el nuevo restaurante del afamado chef Eyal Shani, junto a una sucursal de su popular Miznon, con base de pita, en la cuarta planta del centro comercial de Hudson Yards. La oferta consiste en una selección de brochetas de cordero, ternera, pollo y marisco a la parrilla de medio metro de largo, acompañadas de una variedad de ensaladas de verduras y marisco gratuitas y en cantidad ilimitada: vívidas mezclas de berenjena, pulpo, pimiento rojo y el preciado tomate de Shani. “Lo típico de Israel es el mezze, es como un mosaico, tantos sabores, colores, olores. Y se trata de compartir”, dice. “Suena desordenado, pero está lleno de vida”.
El restaurante se une a Casa Dani, la cocina española del chef Dani García, tres estrellas Michelin, centrada en el sur mediterráneo de España, en un elegante local también diseñado por el Grupo Rockwell. A pesar de sus credenciales como cocinero de alta cocina y del tamaño y el diseño del local, el tema aquí es fresco y casero, más parecido a un pequeño restaurante familiar que a un templo gastronómico. El atún fresco preparado de diferentes maneras tiene su propia sección en la carta (García lo considera el alma de la cocina española) junto con una selección de tapas, una tabla de embutidos, una fuente de marisco mediterráneo y platos principales como Arroz de Pollo con gallina de Cornualles y Filete de colgar con chimichurri verde.
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La riqueza gastronómica de Málaga es muy amplia, albergando un gran número de restaurantes, muchos de los cuales han triunfado gracias a su dedicación por recuperar platos tradicionales y transformarlos para darles la relevancia que merecen y compartir con los visitantes las delicias y complejidades de su cocina tradicional.
En Málaga se puede encontrar desde lo más fresco del mar, como el típico pescaíto frito, hasta los platos más contundentes, como los cocidos. La riqueza culinaria de los pueblos es enorme. La mayoría de los platos conforman una dieta mediterránea, que gracias a la sencillez de sus ingredientes, la variedad y los sabores estos platos únicos consiguen convivir con la cada vez más popular cocina de vanguardia.
La cocina malagueña es conocida sobre todo por sus guisos y platos contundentes. El Gazpachuelo es uno de los más famosos. Otros guisos tradicionales son la Sopa de Álora -un plato sabroso y contundente que resalta la riqueza de los productos malagueños-, la Sopa de tagarninas y las Berzas de Málaga. Estos populares platos están presentes en la gran mayoría de bares y restaurantes de los pueblos de la provincia y son la mejor forma de reponer fuerzas tras una jornada de senderismo por los montes cercanos o disfrutando de una visita cultural por la ciudad.
